El deporte puede cambiar la vida de muchos niños. Eso bien lo sabe Jhon Morales, padre de Nikol, de 18 años, que hace cinco años creó la Fundación que lleva el nombre de su hija y que se encarga de la inclusión a nivel deportivo y del arte. El último proyecto es la creación de una escuela de fútbol ‘NIKCAB’ que ya está en funcionamiento y está siendo un éxito. “Tenemos a niños con discapacidad y muchos que no tienen la oportunidad de tener un balón o un uniforme. También hay otros que tuvieron cáncer y les hemos alentado a seguir adelante. Contamos con 65 niños, el 97% están apadrinados. Nos enfocamos en ayudar a los niños vulnerables, lo hacemos también económicamente, los acogemos, les estamos ayudando en la formación y en la inclusión, que también puedan jugar con niños normales”, cuenta Jhon, desde Colombia, en conversación telefónica con MARCA.
La vida de Nikol no ha sido fácil, desde muy pequeña, con sólo cinco meses, empezó con la enfermedad de Lennox-Gastaut, una variante de epilepsia infantil. “Los neurólogos tienen que analizar al momento que va creciendo, entonces vienen crisis difíciles. Han tratado de mirar los medicamentos y las dosis que se ajustan más para evitar crisis convulsivas. Nikol ahora está escolarizada, realiza actividades didácticas que le ayudan a través de la música o el arte, le encanta pintar y se distrae mucho. También con la actividad deportiva. Ha avanzado mucho, pero ella no puede hacer la primaria o un Bachillerato. Teniendo 18 años ella actúa como una niña de 5 ó 6 años. Sus crisis han comprometido mucho sus neuronas y su avance psicomotriz”, explica Jhon.
La vida de este padre tampoco ha sido sencilla, porque a los pocos meses de nacer Nikol falleció su madre por un cáncer, por lo que la lucha de Jhon ha sido en solitario, para hacer crecer este proyecto y dar mucha visibilidad. Esa fe inquebrantable es la que impulsó a Jhon, le hizo crear la fundación Nikol Morales (en Instagram @nikolmoralesfundacion) hace cinco años, que ha ayudado a tantas personas en el camino. “En el momento no tenía ni lo monetario ni el respaldo, pero me siento muy feliz y orgulloso, porque ella es un ejemplo de vida que me motivó, porque hay otros niños diferentes a Nikol que también lo requieren y lo necesitan, por eso hoy estoy golpeando muchas puertas no sólo en Colombia sino en otras partes del mundo”.
En los últimos años, son muchos los apoyos y donaciones que han recibido del mundo del fútbol, una de las pasiones de Nikol, especialmente el FC Barcelona y Leo Messi. Jhon destaca a dos personas que le han marcado como son Marcelo Ordás, director del Museo Legends en Madrid, y el ‘Pibe’ Valderrama, uno de los mejores futbolistas de la historia de Colombia. “Marcelo ha estado muy pendiente de Nikol, nos invitó y nos recibió en su museo. No sólo nos ha donado material, sino que nos comparte mensajes muy alentadores para seguir adelante luchando por los sueños. Es maravilloso escuchar sus vídeos y el amor que tiene por mi hija. Al igual que Valderrama, una persona que también siempre ha estado muy pendiente, su prioridad cuando nos hemos visto ha sido lo primero abrazar a Nikol“.
No sólo estas dos personas del mundo del fútbol han estado pendientes de Nikol, sino que muchos futbolistas y clubes como el FC Barcelona han estado detrás. “Hemos trabajado con jugadores de fútbol que nos han ayudado bastante. Nos ha dado la oportunidad de viajar, de ser muy distinguidos por el proyecto, como, por ejemplo, con las bandas de capitán, de ‘yo hablo de autismo’. Hemos recorrido partes del mundo llevando ese mensaje, que todos somos capitanes de la inclusión del autismo”.
Finalmente, Jhon se muestra agradecido a MARCA por ayudarle a dar visibilidad, “hemos podido llegar a hacer muchas cosas en otros lados por la difusión que tuvo dar a conocer la historia de Nikol”, y no se detiene en su propósito de vida: “En el futuro queremos que la fundación pueda ayudar a muchos niños en diferentes ramas, no solo en el fútbol, sino también con el arte, la música y talento. Queremos que muchos nos conozcan y digan vamos a apoyarla, pero no es por vanagloriarnos ni tampoco por el dinero, esto es desde el corazón. Un día fue Nikol el ejemplo y mañana pueden ser otros niños los que la sigan. El deporte, el fútbol y el arte pueden ser una terapia muy buena en la vida, para ella y, también, para los padres como yo”.